Te pido el favor que por un segundo olvides a los vendedores de seguros con traje y corbata o a las vendedoras sonrientes de vestidos y zapatos.
Me permito esta pequeña reflexión para ayudaros a tomar conciencia de la cantidad de veces que estamos vendiendo al día. ¿No te estás vendiendo cuando acudes a tu jefe para que te suba tu salario? ¿No te estás vendiendo cuando acudes a una entrevista de trabajo? O cuando intentas ligar con la chic@ que te gusta? Constantemente estamos vendiendo amistad, vendemos nuestras ideas, vendemos relaciones, sueños, todos los días vendemos algo. Los políticos venden ideales y realizan viajes supuestamente para mejorar las relaciones bilaterales y en definitiva no es más que una excusa para acompañar a delegaciones de empresarios interesados en mejorar sus inversiones y en conseguir negocios rentables.
A lo largo de la historia, el vendedor ha sido el responsable de los intercambios comerciales que han permitido que se creara riqueza, que se financiara la innovación, y los avances de la sociedad hasta el punto en que la conocemos hoy.
Imagina todas las veces en la que participas en un intercambio. Por ejemplo comprar es algo que va muy ligado a nuestra sociedad de consumo y no debería extrañarte que comprar va ligado a vender. Es así y no lo puedes negar tú también eres un vendedor!!
¿Pero qué es vender? Vender es el arte de seducir con palabras y gestos para conseguir que tu interlocutor acepte tus ideas, tus productos, tus servicios, tus propuestas. No se puede decir < no se vender o que eso no va conmigo>. Vender es algo inherente al éxito profesional y personal.
Y como otras muchas disciplinas saber vender es algo que se puede aprender y en lo que se puede mejorar poniendo en práctica y siguiendo algunas estrategias.
Los buenos vendedores de hoy en día saben que ante todo la venta es un intercambio, un trueque. Vender se ha convertido en un ejercicio de creatividad en el que el vendedor se las ingenia para conectar oportunidades; alguien que quiere algo con alguien que tiene algo. Para el cliente, la compra es un acto de fe y confianza.
La estructura ideal de cualquier organización es aquella en la que todos tienen una actitud abierta, de escucha activa y de compromiso con el cliente, para facilitar el fin último y legítimo de la organización… vender. Desde el director general hasta el vigilante de la puerta y pasando por la telefonista. Parece que solo el departamento de ventas esté legitimado para realizar esta función, pero permitidme decir que quien piensa así, está invitado a que dedique un momento a esta reflexión!!