En estos días de visita por Barcelona me he permitido dejarme arrastrar por la curiosidad y me he encontrado divagando entre libros en las estanterias de la libreria «La casa del libro» en la preciosa calle del Passeig de Gracia donde se alzan las obras maestras de Gaudi como La Pedrera y la Casa Batlló. Allí encontré la más reciente publicación del Dr. Joe Dispenza (Bioquimicico y Neurocientifico) «Deja de ser tú» editorial Urano, editado apenas hace algunas semanas.

Conoci personalmente a Joe Dispenza hace varios años y desde entonces soy un seguidor incondicional de sus trabajos, los cuales encuentro apasionantes y de lectura obligada para todos aquellos que buscamos una mejora continua. Aprender no es suficiente. Hemos de aplicar lo que aprendemos y cuando empezamos a experimentar las emociones de esa experiencia, entonces literalmente damos nuevas señales a nuestras neuronas creando así nuevas sinapsis: a eso se le llama evolución.

Nuestra personalidad y nuestra realidad se han construido según cómo pensamos, actuamos y sentimos. Con mucha disciplina, entrando a diario en nuestro cerebro, podemos, según Dispenza, crear nuestra realidad. La mente determina la experiencia exterior, porque todo se reduce a campos de energía, de modo que nuestro pensamiento altera constantemente nuestra realidad.
Si sostenemos los mismos pensamientos, si llevamos a cabo las mismas acciones y vivimos con los mismos sentimientos y emociones, nuestro cerebro y nuestro cuerpo seguirán igual; pero cada vez que aprendemos algo establecemos nuevas conexiones que cambian físicamente nuestro cerebro.
Siempre estamos creando un futuro, lo que pasa es que solemos crear el mismo, reafirmamos nuestra personalidad. Vivimos dirigidos por una serie de pensamientos, conductas y reacciones emocionales memorizados (temor, culpabilidad, falta de autoestima, enfado, prejuicios…) que son muy adictivos y que funcionan como programas informáticos instalados en el subconsciente.
El cambio se da cuando se es más grande que las circunstancias de tu vida. O somos las víctimas de nuestra realidad o los creadores..
Cambiar significa ir más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo. Podemos hacer que el pensamiento sea más real que cualquier otra cosa, y lo hacemos a diario: si estamos conduciendo por una carretera pero concentrados en nuestro pensamiento, no vemos la carretera, no sentimos nuestro cuerpo y no sabemos cuánto tiempo ha pasado. Ese estado es el que utilizamos para crear.
Pero la mayoría de las personas están pensando en sus problemas en lugar de pensar en las posibilidades.
Una vez tenemos una visión, nuestro comportamiento debe responder a las intenciones. La mente y el cuerpo deben trabajar juntos. Tenemos que escoger de manera distinta de cómo hemos escogido para que pueda suceder algo nuevo. Si quiere crear una nueva realidad personal, tiene que, literalmente, convertirse en otra persona.El escáner de alguien con ansiedad o con depresión es el mismo: el cerebro empieza a segregar química como si eso que teme la persona estuviera sucediendo, y con el tiempo esa química se convierte en adictiva.
Si haces conscientes tus pensamientos y tus hábitos automáticos y observas las emociones, empiezas a objetivizar tu mente subconsciente. Si te familiarizas con los aspectos de ti mismo que crean la ansiedad (o lo que quieras cambiar), durante la vigilia observarás cuándo empiezas a sentirte de esa manera y serás capaz de cambiarlo.
… Si decides quién quieres ser, cuál es el gran ideal de ti mismo, qué pensamientos quieres tener, qué conductas quieres demostrar, qué emociones quieres experimentar; si te recuerdas cada día quién ya no quieres ser y quién quieres ser y empiezas a pensar en nuevas formas de ser, cuanto más pienses en ello y más lo planifiques, más estás instalando los circuitos en el cerebro.
Si podemos enseñar al cuerpo a confiar en el futuro y vivir en la alegría, creamos nuevas conexiones. Una atención clara y una emoción elevada cambian el destino. Pero requiere disciplina. El simple pensamiento positivo no funciona, porque la negatividad está instalada en el subconsciente. Los cambios verdaderos consisten en ser consciente de tus reacciones inconscientes.

Os sugiero la compra y lectura de este fantástico libro que os abrirá las puertas a un conocimiento que va más allá de la materia, del átomo, electrones y protones. Nos adentra directamente en el mundo de la física y mecánica cuántica donde todas las posibilidades coexisten, donde nos interpretamos como energía y desde ahí una visión cientificamente más actual que nos abre las posbilidades de gestionar y dirigir mejor nuestras vidas.

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